miércoles, 24 de julio de 2013

Grandes maestros para los más chicos

Los últimos dibujos de Clorindo Testa y Enio Iommi abren el espacio de la galería Jacques Martínez a la participación de los chicos, en consonancia con el espíritu lúdico de los artistas recientemente fallecidos.


La muestra que para estas vacaciones de invierno propone un recorrido por los últimos trabajos en papel que ambos quisieron exponer, vale como homenaje y reconocimiento a estos grandes del arte argentino que “nos dejaron de legado un pensamiento sofisticado que, de tan sofisticado, parece de niños”. Afirman Clara Martínez y Joaquina Testa.

Los dos maestros que "se fueron de gira" este año mantuvieron ese espíritu de los niños, siempre abierto a la sorpresa. Un pensamiento de procedimientos artísticos sometidos sólo al libre juego e intercambio de ideas y materiales con el inconsciente y el alma emocionada.

El año pasado Testa a sus 88 años coordinó con entusiasmo una muestra de arquitectos que invitaba al juego de los chicos en este espacio de arte, en un edificio antiguo de la Av. de Mayo, refaccionado por él mismo.

Inclusive los dibujos y esculturas de perros enjaulados que aquí se exponen tenían un minucioso plano con las indicaciones de montaje.


Esta iniciativa de invitar a los niños y sus familias de participar activamente, lleva consigo un desacartonamiento y la comprensión de que el arte y la creación es primero una actividad natural, que está presente desde la más tierna infancia, y que tanto los chicos como los artistas se expresan y juegan a través del arte que a su vez es una manera de plantarse frente a la realidad.

En las diferentes etapas de crecimiento los chicos van plasmando a través de los grafismos y el dibujo, el nivel de relación y el conocimiento con el mundo a su alrededor.

La mancha y la libertad gestual se abre paso a través del garabato hacia la figura humana, aparecen las manos, los ojos, la casa y el sol. Estos estadíos tienen mucha relación con la imaginería de Clorindo.

La psicología, el desarrollo educativo y otros factores cognitivos y sociales hacen que antes de la pubertad los chicos recurran a fórmulas y arquetipos, en búsqueda de seguridad copian obsesivamente personajes de la moda, del comic o de la publicidad. Se pierde de ese modo la carga expresiva personal.
La mayoría queda congelado en esa etapa, inclusive muchos pintores.

Exponer estas obras ofrece una posibilidad de diálogo y abre la puerta hacia la libertad creadora, y la concepción de que el arte está presente de muchas maneras. Acompaña, deslumbra, da cobijo y no es sólo una cuestión de escaparates, mercado y farándula.


Clorindo Testa (Nápoles 1923 buenos aires 2013) se educó en la Argentina y conformó la primera camada de arquitectos de la nueva Facultad de Arquitectura y Urbanismo (1948).

Sus obras emblemáticas como el Centro Cultural Recoleta (1979) y la Biblioteca Nacional, -proyecto de 1962- y el más  reciente  Museo de la Lengua, el Banco de Londres en 1960 -actual Hipotecario-, y el Hospital Naval en 1970, cambiaron la fisonomía de la ciudad y dejaron su impronta personalísima de un arquitectura tanto monumental como escultórica, imbuida del carácter del autor y de los movimientos estéticos.

El año pasado se  inauguró oficialmente, con la presencia de la presidentaCristina Fernández de Kirchner, el Pabellón argentino en la última Bienal de Arquitectura en Venecia, de la mano de Clorindo como curador se presentó "Identidad en la diversidad", una reflexión acerca de las relaciones entre arquitectura y sociedad  a lo largo de la historia, con los trazos inconfundibles del artista-arquitecto.

Desde su primera exposición en Van Riel en 1952, el maestro desarrolló en paralelo su labor de arquitecto con su actividad artística, sus pinturas, instalaciones, maquetas y montajes quedan como testimonio de un itinerario que lo llevó por el informalismo,  la figuración, la abstracción, el urbanismo, y la arquitectura.

Escultura Iommi
Escultura Iommi
Iommi nació en Rosario en 1926 con el nombre de Enio Girola, se inició muy temprano en el oficio de la escultura junto con su hermano, bajo la dirección de su padre, el milanés Santiago Girola, en el taller de escultura funeraria y ornamental, donde aprendió todas las técnicas.

A lo largo de su carrera, al artista se dedicó al cincelado, esmaltado, relieve, calco, modelado en arcilla, cera y yeso, como también a la talla directa, fundición en bronce, chapa batida y el dibujo.

En 1945 realizó sus primeras esculturas concretas y fue uno de los miembros fundadores de la Asociación Arte Concreto-Invención.




En 1946, firmó el Manifiesto Invencionista, junto a su hermano Claudio Girola, Lidy Prati, Tomás Maldonado, Raúl Lozza, Manuel Espinosa, Edgar Bayley, Alfredo Hlito, Oscar Núñez y Jorge Souza, entre otros.

A comienzos de los años 50, en las "Esculturas direccionales, Continuidades lineales y Construcciones espaciales", emplea diversos materiales como alambre, aluminio, acero inoxidable o bronce y en 1952 integró el grupo de “artistas modernos”.

Participa de muestras internacionales y en 1964 integró el envío argentino a laXXXII Bienal de Venecia.

En 1999 presenta en Ruth Benzacar “Mis utopías versus la realidad", y renuncia a la Academia Nacional de Bellas Artes. En 2001 realiza una muestra antológica en el Centro Cultural Recoleta.



Incansable trabajador, Iommi fue protagonista activo de una generación que creyó en la utopía moderna y se convirtió en uno de los escultores argentinos más reconocidos del último siglo.

"Lo importante para el artista es dejar algo a esta humanidad", pregonaba Iommi en la edición 2008 de la feria arteBA, en donde fue homenajeado. 

La muestra recibe a los visitantes con un dibujo de Clorindo donde escribe: “La ciudad debe ser muy ordenada y los dibujos deben ser muy prolijos”, una frase que tal vez encierre la contradicción entre arte y arquitectura, entre el espíritu desbordante de naturaleza desordenada y “el deber ser”, disputa que seguramente acompañó al maestro toda su vida y que a su vez es un guiño para los chicos.

El arte es un territorio de libertad y de juego, y es por eso que la galerista y la hija del arquitecto comparten esta iniciativa, como antes sus padres y abren las puertas a un espacio dispuesto con materiales y el piso cubierto de plástico donde invitan a los chicos a pintar.
Mientras se reconocen en las últimas obras de estos grandes maestros y donde siempre encontrarán una caja de pinturas.







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